POR JOSE MATOS PEÑA
Sentado en la residencia del hermano, padrino y compadre, doctor
Néstor Matos Rocha, hoy teniente coronel del ejército nacional, rango
éste recibido el año 2010, después de haber visto malograda su vocación
militar, al hacer causa común con su conciencia y la patria y ponerse y
ponerse al lado del coronel de abril, el coronel de la patria, el
coronel del honor, el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Nuestro hermano, que es el tercer ciudadano de Neiba en haberse graduado de odontólogo, egresado de la Universidad Autónoma de Santo domingo, en el año 1963, recién recibida la autonomía de la universidad, por decisión del doctor Balaguer a la muerte de Trujillo, en acto claro y puro de intento de hacerse simpático con el pueblo. Siendo segundo teniente dentista del ejército nacional y ascendido al rango de primer teniente por el presidente constitucional, Francisco Alberto Caamaño, el señor Matos Rocha, marca su paso hacia la contienda bélica, cuando el 29 de abril fue cancelado de las filas del ejército nacional, por haberse enrolado en la revuelta en favor del retorno a la constitucionalidad, hecho en que en principio del movimiento, el 24 de abril, tanto la fortaleza de Neiba como la de Jimaní, se expresaron en favor del pueblo, virándose en contra al llegar los 42 mil marines Norte Americanos, el 28 de abril 1965,pasando innumerables avatares por las persecuciones sufridas, llegando de Jimaní a Neiba, escondiéndose en casa de los Valenzuela y diferentes escondites más, ya que las órdenes que se esgrimían eran de ejecución, saliendo en horas de la madrugada, disfrazado de anciano, para llegar a ciudad Nueva a finales del mes de junio del año 1965.
Son abundantes los casos de ciudadanos civiles y militares que participaron o fueron castigados por su apoyo al movimiento patriótico, algunos que llegaron a la zona constitucionalista, otros no, sufriendo las palizas y vejámenes de la reacción, entre ellos podemos recordar a Rafael Matos, Isidro Montilla, Vinicio el de Fana, Gerineldo Román, Redames Méndez Vargas, Nélido Peña, Jorge Peña Cuevas, Nelson William Méndez, Emilio Herasme Peña, Silvio Herasme Peña, Hugo Matos Rocha, Alfonso Pérez Matos, Danilo Matos, Eugenio Pérez Jiménez, Alonso Pérez Jiménez, Chemín Pérez Jiménez, Manuel Herasme Ferreras, Diomedes Méndez Herasme, Juan Matos Rivas, Bernardino Pérez Peña, Rolando Pérez, Eurípides Herasme Peña, Santos Sena Pérez, entre estos ciudadanos de la zona de Neiba y la provincia Independencia, estuvieron los señores Néstor Matos y Chichí Valenzuela, los cuales como senadores de ambas provincias, Bahoruco e Independencia, proclamaron y juramentaron al coronel Caamaño como presidente constitucional de la República Dominicana, Reyes Sarín, que como diputado proclamó en la asamblea nacional al presidente Caamaño.
Rodolfo Valenzuela, doña Hermía Matos, Gumersinda Matos ,la doctora Juana Amelia García, Miguelina Rivas, doña Berta Nélida Peña, doña Fana, se cuentan entre las colaboradoras de la causa, don William García Duval son de las figuras, vivas o fallecidas que deben figurar entre los soldados de la patria y el estado como tal debe cumplir su rol de hacer honor a quien honor merece, y los ciudadanos de estos que están con los vivos al actual momento, sin merecer ninguna compensación del estado, deberían ser reconocidos como verdaderos soldados de la patria y extender su mano amiga, expidiéndole una pensión como a cualquier otro soldado.
Nuestro hermano, que es el tercer ciudadano de Neiba en haberse graduado de odontólogo, egresado de la Universidad Autónoma de Santo domingo, en el año 1963, recién recibida la autonomía de la universidad, por decisión del doctor Balaguer a la muerte de Trujillo, en acto claro y puro de intento de hacerse simpático con el pueblo. Siendo segundo teniente dentista del ejército nacional y ascendido al rango de primer teniente por el presidente constitucional, Francisco Alberto Caamaño, el señor Matos Rocha, marca su paso hacia la contienda bélica, cuando el 29 de abril fue cancelado de las filas del ejército nacional, por haberse enrolado en la revuelta en favor del retorno a la constitucionalidad, hecho en que en principio del movimiento, el 24 de abril, tanto la fortaleza de Neiba como la de Jimaní, se expresaron en favor del pueblo, virándose en contra al llegar los 42 mil marines Norte Americanos, el 28 de abril 1965,pasando innumerables avatares por las persecuciones sufridas, llegando de Jimaní a Neiba, escondiéndose en casa de los Valenzuela y diferentes escondites más, ya que las órdenes que se esgrimían eran de ejecución, saliendo en horas de la madrugada, disfrazado de anciano, para llegar a ciudad Nueva a finales del mes de junio del año 1965.
Son abundantes los casos de ciudadanos civiles y militares que participaron o fueron castigados por su apoyo al movimiento patriótico, algunos que llegaron a la zona constitucionalista, otros no, sufriendo las palizas y vejámenes de la reacción, entre ellos podemos recordar a Rafael Matos, Isidro Montilla, Vinicio el de Fana, Gerineldo Román, Redames Méndez Vargas, Nélido Peña, Jorge Peña Cuevas, Nelson William Méndez, Emilio Herasme Peña, Silvio Herasme Peña, Hugo Matos Rocha, Alfonso Pérez Matos, Danilo Matos, Eugenio Pérez Jiménez, Alonso Pérez Jiménez, Chemín Pérez Jiménez, Manuel Herasme Ferreras, Diomedes Méndez Herasme, Juan Matos Rivas, Bernardino Pérez Peña, Rolando Pérez, Eurípides Herasme Peña, Santos Sena Pérez, entre estos ciudadanos de la zona de Neiba y la provincia Independencia, estuvieron los señores Néstor Matos y Chichí Valenzuela, los cuales como senadores de ambas provincias, Bahoruco e Independencia, proclamaron y juramentaron al coronel Caamaño como presidente constitucional de la República Dominicana, Reyes Sarín, que como diputado proclamó en la asamblea nacional al presidente Caamaño.
Rodolfo Valenzuela, doña Hermía Matos, Gumersinda Matos ,la doctora Juana Amelia García, Miguelina Rivas, doña Berta Nélida Peña, doña Fana, se cuentan entre las colaboradoras de la causa, don William García Duval son de las figuras, vivas o fallecidas que deben figurar entre los soldados de la patria y el estado como tal debe cumplir su rol de hacer honor a quien honor merece, y los ciudadanos de estos que están con los vivos al actual momento, sin merecer ninguna compensación del estado, deberían ser reconocidos como verdaderos soldados de la patria y extender su mano amiga, expidiéndole una pensión como a cualquier otro soldado.
