La Gallina de los Huevos de Oro


POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.

Es el nombre de un tradicional cuento de la pura imaginación de alguien, el cual reza de la manera siguiente.   Un señor descubrió en su granja que una de sus gallinas ponía huevos de oro, empezó tomándolos y haciendo importante adquisición  en dinero y a sentir alivio económico, situación ésta, que después de disfrutarla y a ver la miel del mejoramiento económico que experimentaba, y en su desesperación de desear más por la ambición que le agobiaba, calculó la solución trivial de que como ella ponía huevos de oro era porque dentro tenía mucho más, y por tanto, matándola y extrayéndole todo el oro se convertiría en rico y acto seguido lo hizo, matándola y quedándose pobre como lo era anteriormente.
 
Una de las moralejas que se pueden extraer del cuento, es el fin de lo extraído, de lo que la gallina ponía, la conversión del  producto, en ese caso el huevo,  que era vendido por el granjero para obtener recursos económicos, en el caso de nuestro país, que en numerosos lugares como Loma Miranda ò el corredor las Tres Palmas en Maguana Arriba de la provincia de San Juan de la Maguana, que vienen a ser el símil de la Gallina, en este caso, la Gallina son las lomas ò partes  ortográficas,  que así como cuando llegaron los Europeos por los años 1492 brotaba de ellas cual huevo de la Gallina y que aún lo hacen, pero en menores proporciones, la loma también ha ofrecido inmensidades de riquezas en el fruto de la tierra, ya sea por parte natural, como por el cultivo en ella de fortunas, que si las comparamos, es decir, el oro extraído vs. el producto agrícola, el forestal, el ambiental, las ricas aguas y caudales lluviosos, no resistirían la más mínima comparación.
 
El oro extraído y el por extraer, en suma son una cantidad infinitesimal en comparación con lo que el hombre ha sacado de la tierra en esos 500 años, con la diferencia que el potencial de vida que representa y persiste al uso racional agrícola, generando fuentes cada vez más provechosas y respetuosas al ecosistema y sobre todo con las técnicas modernas de cultivo y reposición al suelo, en cambio, la minería llega al punto de convertirse en el mismo granjero de referencia, que mata la madre tierra para extraer  un caudal finito.
 
Loma Miranda para todo ese valle del Cibao y el corredor Las Tres Palmas en San Juan son fuentes imperecederas de recursos económicos, de calidad y posibilidad de vidas para millones de humanos, no se pueden echar por la borda, a cambio de un metal que solo promete dejar hambre, contaminación y muerte a sus verdadero propietarios, preservemos la Gallina de los huevos permanentes, que son los seguros y que ella solo puede poner estando viva e indemne.
 
Después de la gran agresión al medio ambiente y saqueo del erario en Loma Miranda, más el famoso contrato 97-3 que luego de convertido en supuesto 50-50, del que tampoco se beneficia el pueblo se pretende con un anuncio grandilocuente de hallazgo de oro en Las Tres Palmas, la sociedad dominicana tiene que tener cuidado, porque hay oros que matan.
 
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