Por: Martín Juárez Concepción.
Antes de iniciar mi comentario, quiero
establecer que me importa un comino que el Partido de la Liberación
Dominicana pierda o gane las venideras elecciones, porque no soy
peledeísta ni me interesa. Tampoco soy miembro de ninguno de los
partidos de oposición, por lo mismo: no me interesa.
Simplemente hago uso de la democracia
para decir lo que pienso ocurrirá en ese partido, el único que hasta
ahora estaba sin dividirse en la República Dominicana.
En el año 2011-2012 el entonces
presidente de la República Dr. Leonel Fernández tenía en todas las
encuestas un 60 por ciento de simpatías para ganar las elecciones del 20
de mayo del año 2012.
No hubo una sola medición a nivel de
encuestas que no dijera que Leonel Fernández ganaba las elecciones del
año 2012 con un 60 por ciento por ciento, mientras que Danilo Medina
apenas tenía un 25 y un 28 por ciento en todas las encuestas, incluyendo
las que hacía su propio equipo político.
Para pasar la reelección en el año 2012,
al igual que ahora, había que modificar la Constitución de la
República, y Leonel Fernández no iba a promover que se modifique la
Constitución para beneficiarlo a él en lo personal.
Cuando le tocó dirigirse al país en el
Estadio Olímpico, luego de recibir dos millones de firmas, Leonel
Fernández, sabiendo que para poder optar por un nuevo período había que
modificar la Carta Magna, dijo: “yo soy un soldado del Partido de la
Liberación Dominicana y siempre estaré en el lugar que el partido
decida”.
Y a seguidas agregó: “estos dos millones
de firmas las ponga al servicio del Partido de la Liberación Dominicana
para lo que el partido considere”.
No conforme solo con respetar la
prohibición de la reelección que establecía la Constitución, Leonel
Fernández se fue más lejos. Su esposa Margarita Cedeño de Fernández, en
ese entonces primera dama y hoy vice-presidenta de la República, fue
seleccionada como precandidata presidencial por el Comité Central del
PLD. Le pidió que retirara esas aspiraciones, en aras de garantizar la
unidad del Partido de la Liberación Dominicana.
Todas las encuestas comenzaron a valorar
a Margarita Cedeño de Fernández como posible ganadora de la candidatura
presidencial del PLD, pero Leonel pensó más en el partido que en una
candidatura suya o de su mujer.
En la reunión del Comité Político del
PLD de este domingo 19 de abril, el presidente Danilo Medina estuvo de
acuerdo con el sometimiento de un proyecto de ley al Congreso para
tratar de modificar la Constitución, a los fines de reelegirse por
cuatro años más. Después de decir varias veces, (más de diez), que no
iría a una nueva repostulación, aún se lo permitiera la Constitución, el
presidente tiró su palabra por el piso.
Claro, esa reforma a la Constitución
está en veremos, porque aunque todos los legisladores del PLD se pongan
de acuerdo, al partido de gobierno le harían falta 23 votos para poderla
pasar.
Danilo Medina sabe que su decisión va a
dividir al PLD, pues él sabe muy bien que no todos los peledeístas, de
arriba, del medio y de abajo, están conformes con su gobierno por el
trato que le han dado.
Pienso, y quiero equivocarme, que Danilo
Medina con su ambición de querer seguir gobernando sabiendo que la
reelección está prohibida, se iguala a Hipólito Mejía, quien hizo lo
mismo en el año 2003.
Pero con ello, el PLD como partido,
firmó su salida del Poder. Hipólito Mejía en el año 2002 ganó 29
senadores por la popularidad que tenía como presidente de la República.
Eso lo emborrachó y modificó la
Constitución comprando diputados en el Congreso Nacional. Pero el 16 de
mayo del 2004 perdió las elecciones abrumadoramente y de paso dividió al
PRD para siempre; tal punto que ese partido jamás ha levantado cabeza.
Los que hasta este domingo 19 de abril
promovían la reelección presidencial a sabiendas que la misma está
prohibida constitucionalmente, son los primeros que se si Danilo repite
como candidato en el 2016 se pondrán en la acera del frente junto con la
oposición para sacar al PLD del Poder.
Los reeleccionistas borrachos cayeron en
el gancho y a partir de la última reunión del Comité Político del PLD,
Danilo Medina se convierte en el verdugo de su propio partido.
Habrá una división, el PLD perderá las elecciones y solo habrá un culpable: Danilo Medina.
El autor es politólogo.