¡Adiós al 2011!



Se va un año más, pleno de ires y venires para el pueblo dominicano y para el mundo entero.

Con momentos de luz y de mucha oscuridad, ensueños y desvelos, La inseguridad en el país alcanzó niveles tales, que los llamados “Barrios Seguros” pasaron a ser una nomenclatura utópica.

Los asaltos, asesinatos, secuestros y otros actos abominables, llenaron una hoja vasta de desasosiegos y violencias. Tampoco la lucha contra la corrupción alcanzó lauros, aunque se divisaron rostros firmes y palabras transparentes, de personas dignas empeñadas en lograr una sociedad mejor.

En el año 2012, habrá que poner nuevas tildes al cúmulo de “avalanchas” en este sentido.



Haber ganado la atención de las autoridades en la demanda justa y necesaria de un 4% del PIB para la Educación, tal y como lo señala la Ley Constitucional, fue uno de los grandes logros del año que concluye. Pero, la pobreza que abate a una gran parte de los hogares dominicanos y consecuentemente, al incremento de sus necesidades básicas sigue siendo ese camino largo, largo, aún por recorrer.

No se trata de observar sólo el lado gris de las cosas, o el medio vaso vacío.

Para esta República Dominicana que habla de avances macroeconómicos y obras colosales, hora es ya de que la educación, salud, seguridad social, viviendas dignas, justicia, narcotráfico, entre tantos otros sensibles parámetros, encuentren rotundas soluciones.

Esperemos que 2012 encuentre al país en un mejor clima social, político, económico y en todos los renglones imprescindibles para soñar con un año que pueda traer cosas buenas a dominicanas y dominicanos.

De todos modos, como siempre decimos: alcemos las manos en señal de bendiciones y digamos unidos y con fe: ¡Muchas Felicidades!
 
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