Sin que a nada ni a nadie importe, en pleno pavimento, con cartones desechos como frazadas y almohadas para contener la furia de la temperatura agradable que se disfruta en estos días, un grupo de niños con edades que oscila entre los 10, 12, 13 y 14 años, respectivamente, duermen en las calles de Barahona.
Unos seis de estos pequeños usan como habitación las aceras del pedazo de calle situado entre la Anacaona y 3o de mayo, en pleno centro de esta ciudad, luego de agotar una jornada agotadora durante el día y la noche: unos pidiendo otros consiguen dinero lustrando zapatos, el que usan para saciar su hambre, así como otros deseos o necesidades.
Un jovencito que se dedica a lavar vehículos en la misma vía en que “viven” los menores, consultado al respecto, dijo que todos tienen vivos a sus padres, pero a los niños ni sus propios papás quieren saber de ellos por la conducta inadecuada que exhiben. De acuerdo a él, los padres de ellos viven en el distrito municipal de Villa Central.
Sin embargo, la desprotección, la poca vigilancia de quienes tienen la responsabilidad de guiarlos por un mejor camino está ausente, por lo que desde ahora la sociedad lo que está construyendo es un país de hombres sin futuro y de potenciales delincuentes.
Mientras este reportero hacía fotografías de los niños que dormían en las calles, cerca de las 8: 00 A. M. de este sábado, un señor que pasaba por el lugar enrostraba la culpa, no dejando de tener razón, de la responsabilidad del Estado para que este tipo de cosas deprimentes, que violan un derecho humano fundamental, no ocurran en el país.
El señor, quien nuca se detuvo, aseveraba, mientras aceleraba la marcha, que parte de esto se debe, no sólo a la descomposición de la sociedad, sino que, en gran medida, es producto del deterioro moral, ético, la inversión de valores y la destrucción de la familia, como base fundamental del Estado.
Se recuerda que el acalde municipal, Noel Octavio Suberví Nin (Tavito), informó en el mes de diciembre del pasado año que una vez transcurran las fiestas navideñas, el Ayuntamiento y la Fiscalía iniciarán un programa conjunto para rescatar a los niños y niñas que deambulan y duermen en las calles o parques de esta ciudad.
Lo que se espera, no es que sólo los niños puedan ser retirados de las calles en donde enfrentan el peligro permanente y los malos tratos de los adultos, sino que, puedan ser ubicados sus padres para que asuman la responsabilidad que estos tienen de tener derecho a un padre, una nacionalidad, a educarse, desarrollarse, así como el derecho a un techo digno y humano.
