¿Pacto a nombre de quien?



Por Jose Antonio Matos peña.- El ingeniero miguel Octavio Vargas Maldonado lanza una propuesta, que no entendemos a quien fue dirigida ni a nombre de quien lo hace habidas cuentas de que todo pacto de be hacerse entre parte.

Por una parte, el sector oficial, que lo compone todo un tinglado institucional nombrado directa e indirectamente por el pueblo, expresado mayoritariamente en las urnas, para velar porque el país viva en orden y desarrollo, lo cual solamente se consigue con la equidad y el manejo adecuado y pulcro de los vienes materiales y por qué no, espirituales, porque de lo que piensan y accionan los gobernantes, copian las mayorías.

Por otra parte, para referirlos en sectores, la otra parte organizada en la sociedad, llámese Iglesias, Organizaciones mediante las cuales se expresa parte de la ciudadanía, partidos políticos, etcétera, a nombre de los cuales, no creemos se esté refiriendo el eminente ingeniero civil, don Miguel Vargas, ya que no hemos visto una reunión, por lo menos en público, de su partido con sus pares, siquiera con los que le acompañaron en los últimos comicios.

El ingeniero Vargas, no lo ha hecho tampoco a nombre de su partido orgánico y sustancial, a lo mandado por sus estatutos que lo están y se rigen con arreglo a la constitución, que podrá argüir que estamos en una sociedad presidencialista, pero no admiten que ese presidencialismo no es más en la condición de delegatario del mandato de sus organismos, valga la redundancia, a los cuales él escuchó, cuando en acto magnánime accedió a proclamar al ingeniero Hipólito Mejía como candidato presidencial y el perdón a la expulsión del doctor Emmanuel Esquea Guerrero y que hoy desprecia hasta cerrándoles las puerta y negándose a su reunión.

La tercera parte del pacto, vendían a ser los delincuentes mismos, cuyo único lenguaje inteligible para ellos, es la aplicación estricta de la ley, delincuentes de abajo y de arriba, delincuentes desde los llamados de a pies y los de corbata y cuello blanco, del delincuente que se roba un pollo, pero también del que se roba un avión, para hacer la comparación. El pacto, fundamentalmente es con la ley, los pactos son con las partes, y en este caso, es inaceptable.

Desde estas humildes letras, respaldamos toda iniciativa hacia el combate al flagelo de hoy en la sociedad dominicana, la violencia, pero esa violencia es consustancial al la expresión filosófica Causa-Efecto, y las causas están ahí, y se mutan de individuo a individuo en el pueblo dominicano, camino a dejar en minorías las excepciones, la desgracia puede llegar a cualquier puerta, la sociedad tiene que cambiar de actitud para el bien, los ciudadanos y las instituciones del país tienen que practicar con el ejemplo y el llamado PRD institucional no es la excepción>
 
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