JIMANI.-Más de 10,000 familias de
las provincias Independencia y Bahoruco continúan viviendo en
condiciones infrahumanas debido a la pérdida de sus viviendas y zonas de
producción agropecuaria con la crecida del caudal del lago Enriquillo.
La denuncia la hace la Red Fronteriza Jano Siksé (RFJS) para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, que este domingo reclamó del Gobierno dominicano “la pronta solución” de ese drama.
Epifanio Nova, portavoz de la RFJS, y Juan Alcántara, representante de los profesores y estudiantes del liceo Gastón F. Deligne, de Comendador, plantearon la urgente necesidad de reubicar a los habitantes de Boca de Cachón y las demás comunidades afectadas por la crecida del lago. Igualmente instaron el gobierno de Haití debe ir en auxilio de los afectados por el aumento de las aguas del Azuei.
Consideraron que el Gobierno dominicano está en la responsabilidad de acudir en su ayuda pero con soluciones reales.
La denuncia la hace la Red Fronteriza Jano Siksé (RFJS) para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, que este domingo reclamó del Gobierno dominicano “la pronta solución” de ese drama.
Epifanio Nova, portavoz de la RFJS, y Juan Alcántara, representante de los profesores y estudiantes del liceo Gastón F. Deligne, de Comendador, plantearon la urgente necesidad de reubicar a los habitantes de Boca de Cachón y las demás comunidades afectadas por la crecida del lago. Igualmente instaron el gobierno de Haití debe ir en auxilio de los afectados por el aumento de las aguas del Azuei.
Consideraron que el Gobierno dominicano está en la responsabilidad de acudir en su ayuda pero con soluciones reales.
“Ya no aguantan más en las condiciones
en que están viviendo decenas de familias afectadas por la crecida del
lago” manifestaron.
Unos 52 miembros de la organización recorrieron las comunidades afectadas, palpando las condiciones de urgencia y falta de atención de parte del Gobierno, de cientos de familias alrededor de los lagos Enriquillo y Azuei.
Unos 52 miembros de la organización recorrieron las comunidades afectadas, palpando las condiciones de urgencia y falta de atención de parte del Gobierno, de cientos de familias alrededor de los lagos Enriquillo y Azuei.