OPINION: En busca de una Explicación.


 POR JOSE ANTONIO MATOS

 
En la mañana de hoy, hemos leído en la  prensa, informes  que indican la toma de medidas  de parte de la junta monetaria, en el sentido de prohibir que los que expelen tarjetas de créditos, no capitalicen los intereses atrasados por los tarjeta-habientes, en otras palabras, que no les cobren intereses sobre intereses, lo cual lo entendemos correcto, a menos que estemos equivocados, como creemos no estarlo  en el sentido de entender como no lícita esa acción en cualquier otro sector y entre ellos la banca.

Esto, por supuesto, no excluye el fundamental para el sector productivo y sobre todo en la agropecuaria, del  Banco Agrícola del República dominicana, por lo que busco una explicación, a un caso propio, en que el referido banco negocia en dos ocasiones con nosotros, incumple en la entrega de la segunda partida  en ambas negociaciones, este cortesano, lo que recibe es , además de $175,000.00 ( ciento setenta y cinco mil pesos dominicanos),  los embates de las aguas del poderoso ciclón George, el 23 de septiembre del año 1998, que se llevaron consigo, las estructuras agrícolas de la propiedad en garantía, y más de 120 unidades vacunas, más los aguaceros y lodos de las tormentas mal manejadas de Noel y Olga. Llegando la deuda con el banco, según ellos, a más de un  millón  quinientos  mil  pesos.

Nos preguntamos, ¿como llegan unos míseros ciento setenta y cinco mil pesos, a un millón quinientos mil pesos?

Por otro lado, saliendo de lo particular, pasamos a ver con preocupación, la suerte de un puñado de alrededor de 60 agricultores y ganaderos, que huyendo de la crecida descomunal del lago Enriquillo, pasan como esta sucediendo y tendrá que seguir sucediendo, a la parte media y alta de todo el derredor de la hoya del lago Enriquillo, para salvar lo poco que le queda, con cientos de tareas de terrenos personales bajo las aguas, a lugares en que pudieran acondicionar para hacer pasto y sustento de sus crianzas, encuentran el flagelo de un ministerio de medio Ambiente, con asignación de multas que va, desde 13 mil pesos dominicanos a 50 mil, Per cápita, sin tan siquiera mirar  que lo que han ocupado, son terrenos semi  poblados de Bayahonda y Sacaciá ó llamada, María Costa, con pocas otras variedades de menos valor forestal.

La declaratoria innecesaria de parques como “la gran Sabana”, que solo vienen a hacer más imposible la vida de los  lugareños, inducidas por tecnócratas de la ecología, que ante el asesinato biosférico que ha sufrido la zona, solo han levantado la voz para traer la confusión a la nación y ocultar la verdaderas causas de la crecida del lago Enriquillo, sin importarle la suerte de todo ese ecosistema.

Esas son interrogantes que afloran en una región en que por ejemplo, Coralides Novas Jiménez, ganadero dedicado a fabricar quesos, el cual procesaba entre 1800 y 1600 litros de leche diarios, y ahora solo consigue 200 litros  para  procesar, el caso de Julio Fernández, entre otros, que pierde más de trecientas tareas de tierras en el Enriquillo, sale con lo que le queda, de 95 unidades vacunas, solo le quedan 16. También el caso de  Rudecindo Ramírez, que de ser el primero en ser enajenado por el lago con  600 tareas de tierras, pasó de tener  80 unidades vacunas, a 38, en la actualidad, entonces perseguir ciudadanos de esa manera, no puede ser buena obra de gobierno.
 
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