POR JOSE ANTONIO MATOS
Sucedió en el año 1996, en los
principios del primer período de gobierno del PLD, encabezado por
Leonel Fernández, un ciudadano Dominicano, de la comunidad de Galván, de
condición albina, regresaba de sus labores agrícolas, en la comunidad
de la fuente del rodeo, , en derredor del punto de recordación y honra a
los dominicanos que sacrificaron su todo, por la Dominicanidad, aquel
13 de Marzo del año 1844, que algunos historiadores lo colocan en el 11
de marzo, denominado el baño de sangre, ITO histórico que marcó la
pista y pauta de la independencia y nacimiento de nuestra nacionalidad, y
desde un pozo tubular de extracción de aguas del sub.-suelo, Joan
Vidal Amancio, quien es el agricultor de referencia, escuchó unos gritos
de un recién nacido, oscuro ya, por ser pasadas las 8 de la noche,
llega a los tubos del referido pozo, de donde salen los gritos, y se
percata de que son reales.
Se apresura a dar parte a las autoridades, llega al cuartel de la policía del entonces distrito municipal de Galván, a cerca de diez kilómetros del hallazgo, encuentra a el policía, como sus amigos le llamamos desde esos tiempos, al hoy primer teniente de la policía y encargado de la seguridad del palacio de justicia de Baní, señor Virginio Arismendi Pérez, alias también Micelo, el cual había sido dejado a cargo por el sargento jefe de puesto de allí y hoy en otras funciones, mayor de la institución, señor Daniel de León Rodríguez, Virginio, acto seguido tomó la camioneta Datsun del vendedor ambulante en mercados, llamado el Puma, salieron al lugar, confirmando la situación.
El niño había sido tirado allí por una ciudadana de la comarca, al parecer con la finalidad de que se introduzca en las aguas del sub.-suelo y desaparecer el producto de sus entrañas, que había simulado con vestimentas durante los 9 meses de embarazo. El pozo, había sido semi-sellado por las autoridades y el niño no pudo pasar hacia el fondo, ni acallados sus llantos de impotencia con las basuras que la madre equivocada le echó encima.
El policía, raudo y veloz, procedió junto a los acompañantes a rescatar al niño desde dentro del tubo, lo limpiaron medianamente, lo envolvieron entre pedazos de telas encontradas, abrigándolo y acto seguido llevados al hospital San Bartolomé de Neiba, donde la doctora Dargeris Mella le dio las más correctas atenciones, con lo que al igual que una tía del niño, contribuyan a que un joven de más de 15 años sea hoy llamado Duarte.
La lección de este relato es inmensa para la humanidad, y debe servir para que se preserven vidas, ciudadanos de gran utilidad e igual derecho se pueden estar perdiendo, como se estuvo al perder una más, al igual que la de Amin Abel Hasbum, un día como hoy, cuando los asesinos oficiales lo ejecutaron frente a su esposa embarazado con 8 meses y maltratada físicamente.
Se apresura a dar parte a las autoridades, llega al cuartel de la policía del entonces distrito municipal de Galván, a cerca de diez kilómetros del hallazgo, encuentra a el policía, como sus amigos le llamamos desde esos tiempos, al hoy primer teniente de la policía y encargado de la seguridad del palacio de justicia de Baní, señor Virginio Arismendi Pérez, alias también Micelo, el cual había sido dejado a cargo por el sargento jefe de puesto de allí y hoy en otras funciones, mayor de la institución, señor Daniel de León Rodríguez, Virginio, acto seguido tomó la camioneta Datsun del vendedor ambulante en mercados, llamado el Puma, salieron al lugar, confirmando la situación.
El niño había sido tirado allí por una ciudadana de la comarca, al parecer con la finalidad de que se introduzca en las aguas del sub.-suelo y desaparecer el producto de sus entrañas, que había simulado con vestimentas durante los 9 meses de embarazo. El pozo, había sido semi-sellado por las autoridades y el niño no pudo pasar hacia el fondo, ni acallados sus llantos de impotencia con las basuras que la madre equivocada le echó encima.
El policía, raudo y veloz, procedió junto a los acompañantes a rescatar al niño desde dentro del tubo, lo limpiaron medianamente, lo envolvieron entre pedazos de telas encontradas, abrigándolo y acto seguido llevados al hospital San Bartolomé de Neiba, donde la doctora Dargeris Mella le dio las más correctas atenciones, con lo que al igual que una tía del niño, contribuyan a que un joven de más de 15 años sea hoy llamado Duarte.
La lección de este relato es inmensa para la humanidad, y debe servir para que se preserven vidas, ciudadanos de gran utilidad e igual derecho se pueden estar perdiendo, como se estuvo al perder una más, al igual que la de Amin Abel Hasbum, un día como hoy, cuando los asesinos oficiales lo ejecutaron frente a su esposa embarazado con 8 meses y maltratada físicamente.