Estos niños y jóvenes no tuvieron Navidad, ni Año Nuevo, ni Día de Reyes. Estos infelices ni siquiera tienen quien se conduela de sus desgracia.
Cuando alguien organice un comité para rescatar estos niños de la calle o para meter a sus padres presos; cuando alguien organice un comité para obligar al gobierno a que ponga a funcionar la planta de tratamiento de aguas residuales; cuando alguien organice un comité para restaurar las instalaciones deportivas de Barahona y cuando alguien organice un comité para que se haga un nuevo mercado o se ponga a funcionar el mercado de la parte alta de la ciudad de Barahona, donde viven unas familias damnificadas de un incendio desde hace unos 15 años, me apuntan de primero.
Algunas autoridades de Barahona violan la ley para trancar a un ciudadano inocente o a alguien que les caiga mal, pero a los padres de estos pobres niños nadie los penaliza ni los persigue y a estos niño nadie los rescata. ¡Qué autoridades tenemos! ¡Carajo!
