Por: Nélsido Herasme
Que bueno que el Dios de lo cielos nos mantiene con vida, salud y con cierta lucidez para recordar cosas que el tiempo no ha podido borrar. Que alegría nos da que las palabras del escritor, senador y diplomático chileno don Pablo Neruda aun sigan vigentes en nuestra memoria.
Nosotros, a lo igual que el poeta, confesamos que hemos vivido y estamos preparados para observar y responder a los manipuladores y a quienes, con la habilidad de Joseph Fouché, desde la sombra del poder, pretenden revertir la decisión libérrima de un pueblo que se hastió de hambre, maltratos y mentiras.
Para mala suerte de los insaciables, en la República aun quedan medios horizontales y comunicadores objetivos, dispuestos a dar el rostro, y la vida si fuese necesario, por la libertad que otros a fuerza de papeleta, chantaje y presión quieren mantener.
Lo mismo que en el año 1986 hicieron con las palabras del profesor Juan Bosch, las cuales sacaron de contexto, cuando dijo que no creía en el dios de los políticos, que solo lo usan para adornar sus fotos en tiempo de campaña, hoy tergiversan y socializan en los medios bajo sus tentáculos, la propuesta original del ingeniero Hipólito Mejía, sobre el pago de deudas a “empresas” bajo contratos dolosos y corruptos. Recordamos como ahora, en el 2008, al candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas Maldonado, quien había prometió que de ganar las elecciones ampliaría la cobertura de la tarjeta Solidaridad y aumentaría su monto a RD$1,000, propuesta que enfureció al doctor Fernández, tomando un ejemplar del proyecto de tarjeta de Miguel, pisoteándola y luego desbaratándola.
Así es como actúan los que asumen a Fouché como su norte ideológico, los que saben que sus habilidades innatas no corresponden con el brillo del líder, del defensor de causas nobles, sino más bien con la sombra del conspirador, del traidor perfecto y del individuo cuyo único bienestar que realmente importa es el suyo.
Fouché hizo del miedo la manera de gobernar, en el cual se esconde y trabaja en la sombra, usando múltiples formas.