La región Enriquillo

NEIBA PROVINCIA BAHORUCO REPUBLICA DOMINICANA.
POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.
 
La región Enriquillo, específicamente, la parte que comprenden las provincias Bahoruco,  Independencia y una buena parte de la de Barahona, están sufriendo directamente, los efectos de la crecida excesiva del lago Enriquillo, bajo la inercia gubernamental, que ha sido tan nula, que ni para estudiar, verificar o medir el comportamiento, ha existido.

Para colmo, los sureños en cuestión, hemos tenido la mala suerte, de que una parte importante de la sociedad, entre ellos, Ministros de medio Ambiente, directores generales, como el incumbente del INDRHI, periodistas y figuras nacionales, ha opinado en el sentido de que no hay nada que hacer, o mejor dicho, hay nada que hacer, y por tanto el estado, que le cabe el refrán que dice, “ La Falta de Voluntad, Quita las ganas de Rezar”, se ha sumido y sumado a la inacción, dejándonos en esta situación. ( más de 4 mil vacas menos, más de 325 mil tareas de pasto y agricultura menos, mas de 70 millones de pesos por año, menos, etcétera, etcétera…).
Que diagnóstico se ha ocultado, que las causas reales del comportamiento de los niveles verticales del lago Enriquillo son dependientes de los caudales inmensos de aguas que drena ese gran Valle de San Juan de la Maguana, en las que llegan al mismo, por estar situado en el punto más bajo de la Isla, producto de las corridas de los ríos, sobre todo, el Yaque del sur, y además, las que vierten las presas de Sabaneta y Sabana Yegua.

Hemos oído a brillantes técnicos como es el caso del ingeniero Osiris de León, de bastos conocimientos históricos y Geológicos, pero que evidencia claramente, que no ha hecho vida en los últimos años, que le permita ver y entender la magnitud de la tragedia, que significan esas grandes escorrentías que nosotros los lugareños hemos visto, vivido y sufrido, a lo largo de importantes y frecuentes eventos climatológicos , acaecidos, sobre todo, desde el demoledor ciclón George, en el 1998, cuando se empezó esta gran tragedia, y que luego de un proceso de relativa sequía, se aceleró a partir sobre todo, del año 2005, cuando las tormentas y ciclones se han hecho sentir.

Nuestro llamado, es a todo el que desee ver nuestros datos mediciones y comparaciones en la zona, sobre el diagnóstico dado, en los que podemos enseñar, que cuando estábamos en esta misma época del año pasado, el lago Enriquillo, bajaba de nivel 8, 10 y hasta 12 centímetros cada 12 y 15 días, hasta que llegaron los aguaceros importantes en los desfogues de las tormentas Emily, Irene, entre otros eventos, crecía 18, 20 y 24 centímetros hasta en 11 días, completando un total de crecida de 155 centímetros en todo el año 2011.

Venga a nuestra región, ingeniero de León, y tráigase a Rosendo Tavera, que les vamos a enseñar como vienen esos caudales, cuando bajan juntos, estamos seguros que cuando nos oigan, al igual que muchos técnicos y personalidades que lo han hecho, cambiaran de opinión, en cuanto a las causas y la solución que se le debe dar a la detención del crecimiento.


La solución es sencilla y urgente, antes de que lleguen los aguaceros de mayo, las aguas que iban a la Bahía de Neiba, por el aliviadero de Canoa, son los que han llenado desmedidamente el lago Enriquillo, en el mismo, el Enriquillo, son aguas de muerte, en la Bahía son de vida.

 
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