Por Benny Rodríguez
Jimaní.- Ochocientas noventa y una (891) tareas que están sembradas de limón y otra apreciable cantidad de lechosa, así como otros frutales, corren el riesgo de perderse por la falta de agua para irrigarlas.
La preocupación la externó el presidente de la Asociación de Productores y comercializadores de frutas a la vecina República de Haití, en Jimaní, Gabino Pérez, quien urgió al gobierno, a través del Ministerio de Agricultura ir en su ayuda para salvar la situación.
Dijo que pequeños y medianos productores de limón están preocupados porque ya están en proceso de producción las tareas que están sembradas de ese producto, lo que significaría, de no buscarse una alternativa de solución, que el sector se vaya directo a la quiebra.
“Irnos a la quiebra significa que la economía local tendrá un impacto negativo, sobre todo, sobre las familias directas de los productores, así como de manera indirecta para aquellos que trabajan en las parcelas y luego en la recolección de la fruta, que igualmente impactará a sus familias también”, observó.
El dirigente de los productores de frutas de aquí, entrevistado en exclusiva, dijo que luego de la riada del río blanco su cauce tuvo una significativa disminución, situación que se ha agravado por la fuerte sequía que impacta a la Región Enriquillo y el país.
Laguna artificial
Ante la difícil situación por las que atraviesan, Gabino Pérez, sugirió al gobierno la rehabilitación de una laguna artificial para evitar que los productores de frutas, fundamentalmente los de limones que tienen 891 tareas sembradas en proceso de producción no pierdan todo.
La laguna, ubicada en el sector conocido como Los Espartillos, solo le hace falta dos bombas de suministro y una bomba que sería instalada en la zona donde están las 891 tareas sembradas de limón en proceso de producción.
Advirtió que del gobierno, a través de Agricultura no disponer ayuda inmediata para la rehabilitación de la laguna e instalación de tres bombas se perderá toda la producción, mientras que sus productores, pequeños y medianos se irían directo a la quiebra y a la miseria absoluta.