POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.
Es propicio este momento para que nosotros, lloviendo sobre mojado, digamos beneficios y repitamos datos fundamentales que justifican una y mil veces, cualquier sacrificio del pueblo dominicano y su estado, para que ese sueño se realice, es la obra de desarrollo fundamental de la región Enriquillo, gran parte de la suroeste, y al final del país, y… ¡por qué no?, ¡de la isla entera!.
Para los 400 mil aproximados habitantes de esta región, la Enriquillo,
consciente o inconscientemente, no existe compensación en detenerse esa
magnánima obra, por dificultades con Andrade, justicia de Brasil o
complicidades corruptas nacionales, la cual vendría a rendir culto a la
deseada dignidad humana, habidas cuentas de que en la misma hay tres
provincias de las cuatro más empobrecidas del país, de acuerdo con los
datos que hasta nosotros han llegado.
Región nuestra, rica en terrenos fértiles y fertilizables, rica en
hombres dispuestos a hacerla parir, rica en aguas de diferentes usos y
calidades, pero muy pobre en inversiones para con ellas completar la
simbiosis necesaria que dé al traste con saldo positivo hacia la
obtención de las riquezas necesarias para el despegue hacia mejor vida.
Basta para la comprensión de la gran utilidad de esta obra, recordar los
datos repetidos ya, pero frescos para su recordación, que elevaría al
momento de su pleno uso (de la presa), el tareaje de producción, de 375
mil a alrededor de 545 mil, es decir, se integrarían, además de la
eficientizaciòn de las actuales, en más de 170 mil tareas, lo que
elevaría de 800 mil toneladas largas de producción agrícola global, es
el aproximado en estos tiempos, a unos 2.4 millones de toneladas
largas.
Recordemos además, que esta gran obra del sur y el país, viene a
convertirse en un verdadero amortiguador de inundaciones y seguro de
vida para los habitantes de la misma, junto al necesario sistema de
derivación de excesos de aguas a la Bahía de Neiba. Recordemos además
la producción de energía eléctrica que ella representará, energía
limpia, además la energía en términos generales que ella ahorrará con
ello, con el desmonte de más de 30 sistemas de bombeos, miremos hacia
el renglón pesquero, y miremos para no abundar más, el turismo acuático
y ecológico que su presencia garantizará, convirtiéndose en contrapeso
de atractivo a los diferentes polos internos turísticos contenidos en
una región, que además de la gran Bahía de las águilas, contiene al lago
Enriquillo, la Biosfera 412 declarada por la Unesco, más entre otros
atractivos y riquezas coasiaprovechadas contiene en su importante
orografía, una relación aproximada de una tarea de café por habitante,
lo cual es parte garantista en las alturas de aguas en las llanuras.
El limbo a que está sometida la deseada obra, se relaciona, según se
informa tras bastidores, a los escándalos de sobornos con que está
vinculada la compañía constructora y sus dueños, desde su república
natal, no nos pueden enterrar para “in sècula seculòrum”, ¡no
señores!, imaginemos para su comprensión, que una tienda o empresa es
asaltada por unos cacos, desordenada, robada y demás daños, con que
queda; atraparlos y recuperar de ellos parte del daño en lo que la
justicia actúa, si es que lo hace, dejando la tienda o empresa cerrada y
fuera de operación, ò por lo contrario, acción judicial con el delito y
recuperar bienes, más concomitantemente reabrir la tienda y llevarla a
la normalidad es lo que procede. Igual pasa con nuestra presa y el
desarrollo en sentido general.
Finalmente queremos establecer que la presa de Monte Grande debe ser
objetivo primordial para la vida de las presentes y futuras
generaciones que con ella se involucran; el momento político exige esa
visión, por tanto, partido o candidato que desee imponerse con el voto
del pueblo, tiene que sellar ese compromiso en esta, la recta final
electoral.