POR JOSE MARTINEZ ROJAS
Al parecer, nuestro país está destinado a
que cualquier empresa o particular extranjero -si es del Norte mejor-
explote, saqueé y exporte cualquier tipo de metal, sea éste precioso o
no. Ahora le ha tocado el turno al larimar, piedra semi-preciosa que se
encuentra en el Sur del país, específicamente cerca del poblado de
Bahoruco.
Esto ha motivado una justa protesta de parte de los artesanos, que han visto cómo el de mejor calidad es sacado en contenedores por intermediarios inescrupulosos, quienes disponen de cuantiosos recursos para cometer esta maniobra que podría calificarse de monopolizadora en provecho de los poseedores de equipos sofisticados que transforman en el exterior la codiciada piedra, en detrimento del sufrido artesano nativo, que sólo le queda apelar a las autoridades gubernamentales para que detengan la fuga de gemas brutas, las cuales podrían ser vendidas como joyas terminadas, quedando el beneficio que generan en el país.
Conozco a Jorge Caridad, un orfebre que no sólo ha sido un autodidacta, sino que tratando de ayudar a su clase ha creado una escuela de artesanos en la cual, año tras año, un nutrido grupo de jóvenes se gradúan y pueden, gracias a su talento y dedicación, ganarse honestamente el sostén de su familia.
Es harto sabido, que en los últimos tiempos y debido a la incursión de compañías extranjeras y expertos internacionales, el larimar ha adquirido un precio incosteable para la mayoría de los orfebres y estos se han tenido que limitar a laborar el de ínfima condición no apto para exportación, al cual denominan “macos de mala calidad”.
Al incrementarse el auge de ventas del denominado larimar premium entre los intermediarios, pronto los artesanos nacionales, si no surge la protección del Estado Dominicano mediante la creación de un Fondo de Compensación, tendrán que alquilar su mano de obra a estos potentados que serán los únicos poseedores de joyas elaboradas con el larimar de la mejor naturaleza y terminación.
Así como el señor Presidente en su discurso del 27 de Febrero ante la Asamblea Nacional se pronunció en defensa de nuestro oro, que se lo está llevando la Barrick Gold a precio de “vaca muerta”; así, esperamos que con el mismo fervor patriótico defienda a los artesanos de los “auras tiñosas” que están al asecho esperando la muerte de los artesanos tras la larga agonía que sufren cuando “indefensos y sin medios económicos suficientes”, ven partir hacia lo ignoto la piedra que un día volverá al país gracias a la tecnología que no poseen, convertida en preciosa joya con un valor inalcanzable para la gran mayoría del pueblo dominicano.
Aquí también sí cabe su famosa locución de campaña: “Hacer lo que nunca se hizo” , a lo cual debe agregarse la frase puesta de moda por sus acólitos: “Manos a la obra”.
Esto ha motivado una justa protesta de parte de los artesanos, que han visto cómo el de mejor calidad es sacado en contenedores por intermediarios inescrupulosos, quienes disponen de cuantiosos recursos para cometer esta maniobra que podría calificarse de monopolizadora en provecho de los poseedores de equipos sofisticados que transforman en el exterior la codiciada piedra, en detrimento del sufrido artesano nativo, que sólo le queda apelar a las autoridades gubernamentales para que detengan la fuga de gemas brutas, las cuales podrían ser vendidas como joyas terminadas, quedando el beneficio que generan en el país.
Conozco a Jorge Caridad, un orfebre que no sólo ha sido un autodidacta, sino que tratando de ayudar a su clase ha creado una escuela de artesanos en la cual, año tras año, un nutrido grupo de jóvenes se gradúan y pueden, gracias a su talento y dedicación, ganarse honestamente el sostén de su familia.
Es harto sabido, que en los últimos tiempos y debido a la incursión de compañías extranjeras y expertos internacionales, el larimar ha adquirido un precio incosteable para la mayoría de los orfebres y estos se han tenido que limitar a laborar el de ínfima condición no apto para exportación, al cual denominan “macos de mala calidad”.
Al incrementarse el auge de ventas del denominado larimar premium entre los intermediarios, pronto los artesanos nacionales, si no surge la protección del Estado Dominicano mediante la creación de un Fondo de Compensación, tendrán que alquilar su mano de obra a estos potentados que serán los únicos poseedores de joyas elaboradas con el larimar de la mejor naturaleza y terminación.
Así como el señor Presidente en su discurso del 27 de Febrero ante la Asamblea Nacional se pronunció en defensa de nuestro oro, que se lo está llevando la Barrick Gold a precio de “vaca muerta”; así, esperamos que con el mismo fervor patriótico defienda a los artesanos de los “auras tiñosas” que están al asecho esperando la muerte de los artesanos tras la larga agonía que sufren cuando “indefensos y sin medios económicos suficientes”, ven partir hacia lo ignoto la piedra que un día volverá al país gracias a la tecnología que no poseen, convertida en preciosa joya con un valor inalcanzable para la gran mayoría del pueblo dominicano.
Aquí también sí cabe su famosa locución de campaña: “Hacer lo que nunca se hizo” , a lo cual debe agregarse la frase puesta de moda por sus acólitos: “Manos a la obra”.