De un tiempo a esta parte se está dando un caso muy triste entre
comunicadores y periodistas de la ciudad de Barahona. Hemos notado que
cuando a un colega se le presenta un problema con particulares, como son
amenazas de muerte, de sometimientos a la justicia, problemas
familiares, que incluyen enfermedad o decesos de personas,entre otras
cosas, los afectados solo reciben el apoyo y la solidaridad de dos,
tres, cuatro o cinco compañeros.
Muchos atribuyen este situación a que unos y otros son miembros,
dirigentes, simpatizantes y colaboradores de partidos políticos
contrarios, por lo que algunos llegamos al extremo, de indisponer ante
funcionarios gubernamentales y municipales a otros colegas solo por
problemas personales. Lo que nos damos a esta inmoral práctica, somos
capaz de ubicar a cualquier comunicador o periodista para que un enemigo
particular lo asesine.
En tanto que otros atribuyen este mal a las rebatiñas entre unos y
otros por asuntos pueriles que pueden ser resueltos por niños hasta de
10 y once años. Estas rebatiñas a las que se suman la chismografía, el
odio y celos, está calando a lo interno de los gremios que agrupan a los
comunicadores, locutores y periodistas.
En cuanto, a los colegas que en ocasiones se dedican a indisponer a
compañeros ante jefes públicos y municipales, algunos de los cuales han
llegado a manifestar publicamente lo siguiente: "Si mi partido repite en
el poder, el o los comunicadores y periodistas fulano de tal y fulanos
de tales, ni sus hijos, hermanos ni esposas, conseguirán trabajo en
ninguna institución del Estado, los exortamos a que cesen esa mala
práctica que solo le suma enemigos y más enemigos.
En tanto, que a otros que se manifiestan de igual manera, pero con
la diferencia de que lo harán si la organización partidaria a la que
pertenecen, que está en la oposición, gana las elecciones
presidenciales de mayo del 2016, también le pedimos que por favor dejen
eso.
Estos colegas se olvidan de que los comunicadores y periodistas contra
quienes lanzan estas amenazas, pertenecen a los mismos partidos a los
cuales ellos también pertenecen, y están reconocidos como tales por
altos dirigentes de esas organizaciones.
De no poner fin definitivo a esto en breve plazo, en especial a lo
interno del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP, y Sindicato Nacional
de Trabajadores de la Prensa (SNTP), seccionales Barahona, estamos
seguro que ambos gremios caerán en una profunda crisis que todos
lamentaremos.
Por Juan Francisco Matos