Palmar de Ocoa y mis Recuerdos

 Jose Antonio Matos Peña, Leyendo una crónica de la vida de Palmar de Ocoa, municipio costero de nuestra región sur, me asaltaron brillantes momentos vividos en ese bello lugar de nuestra nación, recuerdo al señor Cambrán, flamante presidente reformista de los años 80s, iniciales, a quien  le  alquilaba su yola de unos 20 pie de largo y su habilidad como conductor de la misma así como de la manipulación del “Palangre”  con que pescábamos, abundantes mero Cabrilla y Meros Pluma, así como los Chillos, Guanábanas, Morenas y demás, abundantes peces de fondo y de alta calidad en su mayoría.

Recordamos la agradable compañía de figuras como la del  doctor Soto, José Manuel Infante, alias Niñote, recuerdo las visitas acompañado de mis familiares más cercanos, recuerdo las visitas y pescas con anzuelos de mi amigo José Moya, Macho nuestro primo, recuerdo la contemplación de ese inmenso recurso humano y pesquero, donde en alta mar  silbaba como armonio, el choque de las cuerdas con el viento, recuerdos en fin, que no dejaremos de recordar.

Hoy, al leer la crónica periodística que establece que en época baja en la pesca se generan recursos por el orden de los 100 mil pesos dominicanos diario, lo que hace una cantidad de 36.5 millones de pesos al año, dicen además, los pescadores, que en época alta se estima en 250,000 pesos diarios, que llevadas al año genera cifras ascendentes a los  más de 91 millones de pesos al año, los cuales, si promediamos, asumiendo igualdad en el año, entre temporada baja y temporada alta, podemos establecer un aproximado de 64 millones de pesos al año.

Es una muestra de cuanta riqueza tenemos a nuestras espaldas, y decimos a nuestras espaldas, porque el país, en la práctica, parece vivir ignorando ese gran potencial, al cual, ni tenemos que alimentar, ni tenemos que medicar, solo, cuidar nuestros ecosistemas, cuidar nuestras fronteras y dotar de asistencia y equipos a los ciudadanos que se dedique al oficio, recordemos que somos una isla en conjunto con Haití de más de 70 mil kilómetros cuadrados, de los cuales república dominicana tiene la mayoría.

Imaginemos que nuestras autoridades se decidan a invertir en el área pesquera, en cuanto cambiaría el empleo, el contrapeso alimentario que representan  sus frutos, las divisas y por que no, el atractivo turístico en que nos convertiríamos.

Los recuerdo de Palmar de Ocoa, los datos  que acabamos de conocer, nos inducen a establecer que este pedacito de costa marina como muestra  es el botón
 
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